Al mirar tras el cerrojo ahi estaba: era mi vida.
Si, escondida tras un portal, en una habitación humeda y que por las tardes se tornaba rojiza estaba mi vida.
Me miro con ojos humedos, pestaño un par de veces, inclino sutilmente sus ojos a los grilletes que la mantenian encadenada, y luego de un suspiro, se reclino en el piso de cemento.
Me levante, mire atras, y vi que me esperaban los más dulces deseos. Trajes de etiqueta y libros bien gordos eran los más anciosos, mientras otros lujos se mostraban menos interesados en participar. Tambien había espacio para otros cuentos, pero que vale hablar de ello.
En el salon, donde me encontraba, sonaba de fondo unas clasicas melodias de J.S. Bach, y a mi no me quedaba más que sonreir.
De pronto me tomo de la mano una espectacular silueta, y me recordo que no estaba solo, hubieron otros que de más lejos recordaron su presencia y que de todos modos yo sabia estarian acompañandome en el proceso.
Pero ahí estaba mi vida, con grilletes y mirada triste en una habitación humeda que se tornaba rojiza por las tardes. Esa era la verdad, eso era la realidad ... y fuera de la casa estaba el espacio para la fantasía.
Me sorprendio entonces el susurro de la silueta, quien me mostro la llave que a mí se me había perdido, entre a la habitación y rescate a mi vida quien me pedia en silencio y por un buen tiempo que la rescatara. Entonces esa era la verdad, esa era la realidad ... y fuera de la caa quedaba espacio para la fantasía.
Corri al escritorio en donde se encontraba lo que prometia ser un escrito encantador, brillante, triste y viril, con tonos de talento ... me apresure en arruinarlo.
Y es que con mi vida, no lo necesitaria. Con mi vida no tengo nada que perder. Con mis pasos, solo ostento el inevitable destino de ser quien resulte de mis actos.
Que dulce es este amargo fruto, que si no es bien merecido se vuelve opaco.
Que tierno es lanzar versos con la más natural fluidez.
A mi me gusta acariciar las teclas que marcan lo que quiero expresar, entibiar con soplidos lo que estoy a punto de leer y enterarme cada cierto momento que lo que vale no es la vanidad y los tipicos objetivos comunes, si no ser distinto al resto siendo esto tan común entre la gente ...
Eso es lo más hermoso.
Lo más bello, lo más sublime y por sobre todo lo real.
Simplemente amar las palabras locas en la cama ...