Letras, son solo letras

Sonido que escapa de mis manos torpes,
sencillos de blues que otorgan pena a tardes de setiembre,
comentarios equívocos, cucharadas agridulces de maldad y culpa ...

me sigo hundiendo cada vez más en mi propia fosa.
En mi propia oscuridad.  En mi propio ...

No te pido que cantes mis canciones,
no te exijo que sepas de memoria mis gustos,
no te diré cuales  son mis temores contigo por que así tu lo prefieres ,
solo  no permitas que se extinga por mis acciones poco serias y la falta de cordura.

Yo

Soy el sentido consiente,

un bien no establecido en la familia,

soy quien se levanta en la mañana, 

quien grita sin que me escuches 

y quien te destapa sin enfriarte.

En sí, soy quien entibia el té con agua corriente

y quien respira fuerte, el que desespera a la gente.

Soy el alto y flaco, el que corre en la cancha ( pero que no chutea mucho)

Soy el que esta a punto de clavarse, ese, el que estudia derecho.

Soy inquieto. Soy un lápiz, escribo en cualquier parte.

Soy imaginación y teorías abstractas, chamullos y cuentos obsenos.

Soy un pan sin sal.

Soy el resultado optimo de la sociedad neo-liberal actual, post moderna e individualista.

Escrito entre canción y lagrimas.

Y te quitan del frente.
Y no te tengo entre mis brazos.
Y mi corazón palpita verte más de vez en cuando,  y al recordar tus pueriles suspiros en mi pecho al dormir.
Sé que lloras en las noches por que te hace falta lo que llaman familia.
Yo jure de plano no fallarte nunca, y sin embargo hoy soy un egoísta;
                                       te tengo guardado en el recuerdo, casi como un intocable a años de distancia, sabiendo que mañana me dirás "crecí" y tendré la pena de no haberte enseñado a decirlo. Y por que no eres uno, si no te caracterizo como pena , recuerdo y melancolía : mis pequeños hermanos, que están lejos y los extraño.
Hoy es tu cumpleaños Santiago, y sé que Vicente te acompaña.
No saben cuanto he evadido pensar en esto, y escribir una carta dirigida al viento para quizá, quien sabe, recordarla en el momento.
Solo sé cuanto los quiero y los extraño, y los juegos después del colegio, esa sonrisa que me recordaba que llegue a mi hogar. No ha sido fácil.
Me muero por hacerles magia un día cualquiera, que me descubran y aprendan. Levantar y consolarlos si se caen ...
                       
                                                    Pues, y esta es la vida.
                Y no hay que achacarse por pensar en ella, ya vendrá nuestro tiempo.