Sociedad

Es desesperante no cumplir lo proyectado.
Sí tan sólo tuviéramos disciplina, todo sería más fácil.

Amaranta

Pasan los días, y ya no es un simulacro.
Ante un afilado planeta que sólo sabe de sangre,
de beligerantes palabras que rasgan el alma,
de siniestros complots vinculantes (siempre a la fuerza),
y de formar una resistencia fragmentada por los temores típicos del fraudulento pasado,
apareciste un día para combatir con envidiable calma,
los bastiones y artillerías de un sistema que parecía querernos fuera.
Te enfrentaste a el insolente,
despejando cualquier duda,
mientras te miraba desecho desde el vortice de mis remordimientos que me hacían sentir seguro, hasta entonces.
Nada de lo descrito hasta ti era cierto,
Y lo cierto de ti era incierto.
El mundo perdió importancia súbitamente,  y entendí por fin aquellas cosas sobre las cuales me negué creer.
Me asfixie con tu cariño inclemente,
Sin muerte, pura vida,
Las alternativas se extinguieron
El camino apareció certero.

Pasan los días, y esto no es un simulacro.
Hay días en que te veo un rato y pierdo la noción del tiempo.
La resistencia es menos rebelde, y los enemigos menos combativos.
El silencio se transforma en tiempo,  y se hace inevitable viajar contigo por un cuarto oscuro a traves del espacio, prendemos las luces de la galaxia,
y nos acurrucamos entre las sábanas para sentirnos mejor,
Los astros declaran sus discursos eternamente somnolientos, mientras las luces de las estrellas consumiendose iluminan nuestros palidos rostros que se mezclan durantes infinitos segundos.

Es extraño, pero todo esto existe.