sábado, 11 de diciembre de 2010

La fabrica

El humilde reflejo en la ventana que da a la fabrica, desperto en él la inquietud.
Tantos años sembrando arduamente para cosechar miserables frutos rotos, exigiendo piedad a dios para sobrevivir a estas constantes luchas, heridas y muertes. Sin sentirlo, sus pulmones se oscurecieron de respirar profundamente el veneno de la fabrica.
Pensando se percato que sus objetivos cambiaron , es más, ya no existen.
Que su planificado ingreso y mantenimiento en el que parecia ser un simple sistema fue la causa de su eterna rutina. ¿ Y las luchas? ¿Y las heridas? ¿ Y las muertes?
No son más que simbolos inexistentes que gozan el merodear una pobre alma.
Fue la ciudad. Es la fabrica. Quedaran sus restos.
Es la completa decadencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario