Camine unos pasos e intente no mirar atras.
Sabia que si lo hacia me detendria, correria a su cintura y la amarraria con mis brazos, besaria su cuello y no podria dirigirme nunca más a mi proximo destino: quedaria condenado a los besos de desayuno, un meloso abrazo de reencuentro luego de las labores y , segun un planeamiento tecnico, un buen dormir.
Fue así como segui caminando, me rehuse a que la idea de la obseción invadiese por completo y sin cura lo que aún no se contamina con esta placentera situación.
Cruze unos semaforos. Subi un par de escaleras. El metro se detuvo estación tras estación. Baje unas escaleras. Cruze unos semaforos. Abri el portal del edificio. Tome el ascensor. Abri la puerta. Llegue a mi pieza y me recoste en la cama.
Entonces levante el telefono, marque unos numeros y escuche tu melodiosa voz diciendo: " Te extraño".
Pienso ...
No se en que momento se transformo en una adicción, un monton de azucar que ayudo a pasar el jarabe amargo de meses sin horizonte ... la fortuna puso un vaso de vodka infinito que me remese cada vez que lo bebo, me entibia el pecho y me deja en las nubes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario