martes, 1 de abril de 2014
Desproposito
- ¡ Te hacen falta las pastillas! - Dijo con una claridad que me hizo creer que era un psiquiatra, y entonces pensé: ¿Si todo ésto es una confabulación en mi contra? Creo que es justo y necesario creerlo. Me tienen esperando, otra vez, como siempre, como suelen hacerlo, con el clásico insomnio, y la locura Como si yo no pudiera darme cuenta de lo mucho que me cuesta concentrarme, y de lo poco sutil que me he puesto para interrumpir momentos, y lo poco certero que estoy para expresar mis emociones, y lo delicadamente emocional que me pongo cada vez que resulta algo como antes ( y no , no te quiero en mi vida). Y claro, los desviaros constantes me hacen pensar que en cierta medida me plagian, y me sobrepasan, y me admiran y e lloran, pero por cierto que estoy solo. No con esa crueldad que pensaba antes y me hacía llorar, no. Definitivamente he superado esos complejos que me hacían evitar lugares y personas ( llanamente no me importa), puedo hoy bailar y destrozar mi cuerpo con ritmos que no poseía, que ya son más míos que del resto. ¿Pero loco? Sí, si no no sería entretenido. Cuál sería el objetivo de no estar absolutamente loco, sometiéndome a la mediocridad y los intereses banales de un juventud plagada de ideales gratuitos vendidos por cerdos aburguesados y acomodados en escritorios de roble, servidos por personas que no tienen más que su realidad. A ellos les regalo un poco de compresión, o aún más que eso, un poco de amor. Que pena por aquellos que no entienden del amor ( y cuanto te quise), ni comprenden el gusto de un buen amor no correspondido ( Y a veces no dejo de pensar en ti, luego te olvido), y sólo disfrutan su poca seriedad, aunque por lo mismo creo a veces que creo que me tomo muy enserio las cosas. En fin, ¿pastillas? más me falta un poco de compromiso ( y a ti gracias por no exigirme eso por cierto), y retomar con un poco menos de ansiedad la postura de ser cabrón en todo lo que me propongo, de formas distintas y complicadas.
Sonrío
Debería jactarme de mi mala suerte,
sentir el odio y revolver la tristeza,
matar el hambre con litros de grasa
y torturar el pánico con té de melisa.
Debería estar en otro lugar,
en otro tiempo y en otra hora,
querellarme en contra de la ironía,
haciendo algo que sí fuese necesario.
Debería, por cierto, hacer tantas cosas,
pero no consigo más que reírme,
burlarme una y otra vez de mi sin sentido,
y gritar colérico luego de un stress cotidiano.
Me duermo sin sueño,
me angustio en el desamparo,
y sonrío
sentir el odio y revolver la tristeza,
matar el hambre con litros de grasa
y torturar el pánico con té de melisa.
Debería estar en otro lugar,
en otro tiempo y en otra hora,
querellarme en contra de la ironía,
haciendo algo que sí fuese necesario.
Debería, por cierto, hacer tantas cosas,
pero no consigo más que reírme,
burlarme una y otra vez de mi sin sentido,
y gritar colérico luego de un stress cotidiano.
Me duermo sin sueño,
me angustio en el desamparo,
y sonrío
Suscribirse a:
Entradas (Atom)