lunes, 19 de octubre de 2015

Añoranza

Buscando una excusa y un medio para poder hablarte, me he percatado de la monotonía con la que he arraigado esta nostalgia, creyendo por alguna siniestra razón que es tan solo cosa de tiempo para que te aparezcas en mis brazos y grites desesperada que la emoción de infarta al ver mi nariz chata y mis ojos cansados. Es por esto que si bien no he perdido el tiempo reemplazando las experiencias más formales de tu ausencia, reconozco con desgana que siento nostalgia y pánico cada vez que tu imagen se presenta en mi recuerdo. Esa intención de la esperanza adolorida por la certera realidad, esa ansiedad frustrante cada vez que se acaba un buen libro o se termina el azúcar y hay que buscar maneras menos ortodoxas de endulzar la alquimia básica. 
No importa, solo estoy perdido en la infinidad de posibilidades que me muestra la existencia. No es nada grave, tan solo es soledad.

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