Me gusta la idea de verte en Santa Lucia.
Tomarnos un cafe en esa tipica cafetería.
Eludir los autos cruzando la calle por la mitad,
Y hacer el resto de las cosas que ofrece la capital.
Me gusta la idea de que quererte más.
En serio.
Enamorarse del amor es fácil, más no comprometerse en algo. Ser franco.
La impávida niñez que se arranca y da paso a la adultez. Y no.
Por que para qué. Si ambos podemos querernos y aún ello sin tener una pizca de fe. La esperanza que se nos fue arrebatada y que siquiera otorga melancolía. Ya no hay nada de eso, solo vinculaciones vacías, salidas perdidas, minutos violentos, boletas de bar.
Mientras tanto escondamonos en las profundidas de la bohemia que hemos explorado por separado, en ese rincón espiritual al cual nos escapamos de cuando en cuando, si es necesario, mientras fantaseo en silencio que algo es en realidad posible.