sábado, 17 de febrero de 2018

Mudo

Arrancame por un segundo la voz
Con tus esquivos y pasajeros labios
La resequedad que otorga alivio atroz
A mis desafortunados cuentos almibarados.

Es más fácil decirlo que hacerlo.
Ya que dar una propuesta erratica constante,
O ser solitario y distante
Se estila como verdad tajante.

Y que difícil es tenerte cerca,
que lo aceptes siendo tan terca.
Cuando ni tu puedes quitarme la voz,
Ni yo puedo decir una palabra.

Y me extraña,
Que estando tan despierta
Y tan preparada
No permitas, o no entiendas
Que es justa eso lo que me atrapa.

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