domingo, 29 de marzo de 2020

decadencia

No hay sangre derramada
El enemigo es invisible
Las espadas ya son parte de otro tiempo 
Las cruzadas y las historias son pasado
En el mundo se prepara una emboscada
Desde el confinamiento impredecible

Yo no espera casi nada
Nada nada de nadie
Por eso, cuando mi muerta sea una lista para la asistencia, 
Cuando se formen un puñado de lagrimas por mi inexistencia 
Pretenderé parecer preparado y porfiado a lo sugerido
Me llevantaré de la tumba y tomare un café, 
Me quedare despierto hasta poder despedirme de todos, 
Y confiaré en que pueda despedirme

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