domingo, 31 de octubre de 2010

Compañia en la luz matutina

Pasaban las horas, los espacios, los besos, los silencios...
pasaban y no se marchaban.
Nos cobijabamos tranquilamente
bajo la espera de un amanecer imprevisto,
que en su monotonia,
generaba la luz que invadia tu rostro,
con la que te vi despertar,
y que lindo todo eso
que necesitaba tanto : tu compañia en la luz matutina.
Eso al igual que tu risa, tu mirada, tu  voz,
tu pelo enredado en mis dedos y el calor
creado en un insomio amigo, sereno...
( me falta algo ...)

Tequiero!

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