Fue preciso mencionar todo aquello en el momento correcto, justo antes de que se trastornara y sucumbiera inevitablemente ante la tentación de ser lo que siempre es. Y no lo fue, aquí me ves; solo estoy un poco desconcertado.
Otra vez fallé. Sabía que sus bien intencionados labios me esquivaron en el algún pasado; con eso no me equivocaba...
Ella fue capaz de explicarme todo con inmutable calma.
Al meno dijo que su sentir latia, pero muy pronto, demasiado entusiasmo.
Quiza no sospechaba del revolver que escondia en mi bolso, aunque bien sé que no pretendia usarlo
Ahora pienso.
Pienso, en medio del espeso humo de tabaco negro,que mí camino hacia tí se ve tormentoso y que sin poder oviarlo admiro la determinación y disposición a seguir la ruta que seleccionaste.
Pero más que eso siento, que la libertad se encuentra en la resolución a aquel dilema que te hace correr la vista ( problema en el cual no tengo acción ni conocimiento, en donde seguramente ya estaria planeando un plan macabro).
Y lo que me queda ... tu aroma en las manos, que escurre, se escapa...
Debo reconocer que aún no entiendo el motivo por el cual espere a escribir la respuesta que debi entregarte en el banquillo del parque.
En el que me quede mudo.
En el que necesite papel y lapiz.
Siento que la busqueda eterna por un un ente concreto llego a su fín, y que sin embargo, es el mismo fin el que paradojicamente me pide paciencia.
Yo se de paciencia. De esa me sobra.
Con esa vivo. Con esa sobrevivo.
Con esa esperare tus ojos clavados a los mios indicandome la ruta que optare ...
[aseguratequenoseademasidotarde,¿oesunasobreexigencia?]
No hay comentarios:
Publicar un comentario