Sonaban los matices, distraían las canciones.
La multitud era una fiesta de falsas sonrisas, y llego el recuerdo ...
Anciosos momentos perdidos. Embobecedoras historias que no regresarian, pero que murmullan esperanza.
Algunas muy sutiles e intimas como para entenderlas, y las siguientes demasiado violentas y categoricamente frías como para nombrarlas.
Era un tren de ilusiones erradas, sueños platonicos y misterios resueltos.Ni hablar de los besos: Esquivos, incipidos y carentes de todo sentido.
Volviendo la vista a la marcha, sonaban los pasos, distraían los gritos, la multitud era una fiesta de monotonia y al seguir andando me di cuenta de ...
No quiero ser de nadie más que de ti , amor
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