Y cuando menos veo en el aire se siente esa corriente extraña, cuando del sol comienza la lluvia y en un momento la nieve, y no solo nieve si no una tormenta.
Se me eriza la piel y se me enreda la lengua, se me congelan los pies y el corazón, no me queda más que aplicar la razón que en estos casos y para variar un poco no toma decisión ....
y no solo eso si no que en la lucha cotidiana tengo más sutiles promesas a las cuales responder, la mía misma por ejemplo, esa que versaba sobre la posición de vida y la situación ala cual había llegado después de tanto tiempo pensando.
Ahí comienza un rito, buscar la .....
ba, basta de palabrotas .... profano lo más puro que tengo. Necesito asegurar tu inocencia.
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