Secretos

Entonces te escuche murmurar a una altisima velocidad en la mesa redonda, mientras todos y cada uno allí presentes atendía sus propios y comunes asuntos. 

Te miré un poco, y entendí que lo que me dijiste no podias decirlo ni más alto ni más lento. 

Entonces me dijiste " Disculpa, no podía decirlo ni más alto ni más lento". 

Sin ninguna duda hablaríamos de eso luego, y así como de otras cosas, y otras cosas. Sin embargo me quedo claro en ese momento, lo curioso que me parece comprender aquella parte de ti que sinceramente nunca he explorado, aún cuando cualquiera podría creer lo contrario, en esta sincera amistad que hemos cultivado, y que ha resultado en la nueva aventura la cual incursionamos.

Los secretos y silencios cobran sentido cuando puedo ver tus ojos brillar mientras esquivan algún asunto menoa importante que nosotros.