La mística del cotidiano se ha perdido en los objetivos netos,
los risueños instantes han dado a solitarios descansos,
los perplejos sentimientos se han transformado.
(en rabia, no miento, por instantes)
Pero no es el odio lo que hoy se apodera de mis pronósticos,
es el desconcierto.
Aún cuando se erra, aun cuando se acaban los procesos,
hay instantes de cada quien para escribir ensayos mentales,
libres de toda mente ajena, y por ello es necesaria la soledad.
Por que para viajar y encontrar las razones hay que meditar,
no hablando, brutalmente en silencio,
en los más íntimos recuerdos, los olvidos y así sin más.
Lo triste, lo cruel, lo paradójico, es que ayer me aleje,
para estar únicamente hoy, más tal pronostico se esfumo,
en cigarros quemados que tenían tintes de futuro,
pero eran solo humo, un gas flotando y desapareciendo.
Hoy vislumbro que el presente, con pena, con tragedia,
con este año que suponía un mejor aire,
se revienta en choques mortales, en melancólicas olas,
en soledad, en ciega soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario