De pronto ya soy.

Enfrenté mi miedo más profundo al situarme en tu posible escape, corregí mi postura, dije groserías ( vi tus ojos abrirse al unisono), bese cada expuesto intimo momento que caminamos y disfrute de sobremanera cada vez que te escondías tras mis hombros, tu frente tocaba mi espalda ocultándote para no gritarme , no ceder ante la tentación de afrontar la extraña realidad ( temo cada buen rato que tal sentimiento la consuma, sería tan fácil evitar y olvidar) y al regresar tus ojos a los míos, al volverte a ver, cuando de reojo sonríes (esa repentina ola de plata que te nace) y me regalabas, para ti  uno de esos silencios de tormentosa paradoja interna, al fin entendía que una semana provechosa debía terminar en tus brazos. Entredí al fin que la única manera de volver a descansar seria consumir contigo los mejores humos en mi cama, abusar de las letras y las metáforas, desarmarme y caer: porque enfrente mi miedo mas profundo al situarme en tu posible escape, responder como un nuevo, y salvarte de la heroica huida.

de pronto,

siempre estoy  esperándote.