Tan pequeño, que me escondo tras los libros del estante de mi pieza, los cojines de la cama y una baraja de cartas.
A veces soy el rencor y el odio.
Los golpes al muro, las lecturas de momentos que no están con rabia y violencia.
A veces soy un estornudo.
Un ruido fuerte y breve en la boca de cualquier ser, una advertencia de una enfermedad o una reacción involuntaria tras un gesto de la brisa.
A veces soy la alegría.
La risa y el encanto, el amor mismo.
En ocasiones, bueno, casi todo el tiempo, trato de ser yo mismo.
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