De una deslucida secuencia de errores involuntarios, me gusta pensar aprendí lecciones colosales.
La vida pasa y los eventos que parecen normales
suelen estar entintados con diversos ideales.
Más lo cierto, y no hay que ponerse graves,
es que hoy despierto y pienso más que antes,
escribo oraciones asimétricas pero consonantes.
Salud por esas lecciones gigantes,
allá afuera nos esperan ahora aventuras increíbles,
hay que estar convencido y no ponerse tristes,
pues todo cuesta en esta vida, y ya nada es como antes.
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