jueves, 29 de julio de 2021

Obviando el hecho y la razón

Claramente advertido del error, 
el trabajo de autosabotaje surtió efecto. 
Convencida de una posible mitomanía, 
diagnosticando un cuadro obsesivo,
e incluso dudando de la riguidez ética del que escribe, dio por terminada la temporada romántica del 2021. 

Y es que fácil para mi fue derrepente, 
confundir el sentido práctico de las aplicaciones móviles,
salir jugando desde mitad de cancha, 
y patear un autogol fantástico, 
por puro no poder conservar la calma. 

Esto de enamorarme me volvió torpe, 
y me dejo otra vez vagando por el barrio Julio Prado, 
dando un discurso distinto al mismo que creí tener preparado, 
el silencio cómplice de un error involuntario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario